José Miguel García Ascot llegó a México como adolescente en 1939, estudió filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM donde trabajó como docente, así como en el México City College y en el Instituto Francés de América Latina (IFAL). Fundó el Cine Club de México en el IFAL en 1949 junto con Jean Francois Ricard y José Luis González de León y más tarde el Cineclub Universitario en 1951. Trabajó y escribió en numerosas revistas y publicaciones cinematográficas como Cine Verdad, Telerevista y Cámara, Nuevo Cine, Plural, ¡Revista Siempre!, Vuelta, Dicine y la Revista de la UNAM. Colaboró también con la agencia publicitaria de Noble y Asociados para la que desarrolló la mayor parte de su actividad como publicista profesional. Ejerció como profesor de literatura, alternando esa dedicación con su labor como crítico en la revista Nuevo cine a principios de los sesenta. Entre 1953 y 1957 fue director de documentales y de las revistas cinematográficas Cine Verdad, Tele-revista y Cámara. Trabajó para la empresa Teleproducciones de Manuel Barbachano Ponce, colaborando en los rodajes de Raíces (1953) de Benito Alazraki, Torero (1956) de Carlos Velo, Nazarín (1959) de Luis Buñuel y Sonatas (1959) de Juan Antonio Bardem. En 1959, trabajando para Barbachano, como director del noticiario Verdad, Alfredo Guevara, director del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC), le invitó a realizar tres de los cinco episodios de Historias de la Revolución, sobre Cuba. Finalmente participó en el inicio del movimiento Nuevo Cine, intento de crítica y transformación del cine mexicano, cuya obra manifiesto fue su gran obra amateur y experimental: En el balcón vacío (José Miguel García Ascot, 1962), como descripción del drama del exilio republicano español.