Álvaro Custodio, hermano de la actriz Ana María Custodio, crítico, ensayista, escritor y periodista. Durante la dictadura de Primo de Rivera y la República publicaron sus primeras obras. Después tomó parte en las manifestaciones callejeras azañistas. Tras un pasado de periodista y crítico en España se exilió en Cuba desde donde pasó a México en 1945 comenzando de nuevo como crítico en la revista Cinema Reporter y el diario Excelsior. En 1946 tuvo la oportunidad de adaptar El canto de la sirena del director norteamericano Norman Foster. Tras el éxito de la misma guionizó Coqueta de Fernando A. Rivero convirtiéndose en uno de los guionistas más comerciales del momento encadenando los éxitos: Mujeres en mi vida (1949) y Pobre corazón (1950) de Fernando A. Rivero, Aventurera (1949), Sensualidad (1950) y No niego mi pasado (1951) de Alberto Gout y Ninón Sevilla, También de dolor se canta (1950) y Puerto de tentación (1950) de René Cardona, o Pobre corazón (1950), de José Díaz Morales. Ejerció como jefe de redacción de la revista La semana cinematográfica 1948-1949, en la que participó con la columna: La semana de estrenos. Colaboró con Manuel Altolaguirre como guionista y en Subida al cielo (1952) de Luis Buñuel. Escribe para Producciones Isla aquellas que dirige Eduardo Ugarte: Doña Clarines (1950), El puerto de los siete vicios (1951) y Cautiva del pasado (1952) y para Buñuel Ensayo de un crimen (1955) Tiempo después fundó la compañía Teatro Español, abandonando la crítica cinematográfica tras ganarse la enemistad de diversos colegas debido a algunos de sus artículos. Publicó además en Cuadernos Americanos, Revista de la Universidad de México, y en los suplementos literarios de Excélsior y Novedades. Además, dirigió el Cine Club de México del Instituto Francés de América Latina (IFAL), durante los primeros años de la década de los cincuenta.