Luis Hernández Bretón, nació el 22 de enero de 1915, en Madrid, estudió en el Real Conservatorio de Madrid. Musicalizó La verbena de la Paloma (1934) de Benito Perojo y durante la guerra combatió al lado del Gobierno Republicano. Tras la derrota republicana pasó a Francia por la frontera de Cataluña. En Francia residió cuatro años hasta conseguir la autorización para su entrada en México en 1942. En Tolouse escribió su primera pieza sinfónica: Angustia. Tras contactar con sus amigos de Madrid dedicados a la Orquesta Sinfónica de Bellas Artes trabajó en Radio Continental y después en el cine. Fue nominado en diversas ocasiones a los premios Arieles y Diosas de Plata hasta que fue galardonado por Los siete niños de Ecija (1947) de Miguel Morayta con el Ariel a la Mejor Música. Tras recibirlo fue homenajeado en el restaurante Ambassadeur en el Paseo de la Reforma. También destacó su trabajo en Cuando los hijos se van (Juan Bustillo oro, 1941) Después fue encadenando puestos oficiales en la siguiente década ya asentado definitivamente. No dejó de componer para películas. Más de cuarenta partituras fílmicas escribió en esos años entre las que se pueden encontrar: Vagabunda (1950) y Alma de acero (1957) de Miguel Morayta; Él (1953) y La ilusión viaja en tranvía (1954) de Luis Buñuel; Escuela para suegras (1958) de Gilberto Martínez Solares, Sonatas (1959) de Miguel Bardem o ¡Yo sabía demasiado! de Julio Bracho (1960)